En toda Galicia se celebra desde tiempo inmemorial la noche del solsticio de verano, establecida desde el cristianismo en la noche de San Juan con ritos ligados a la fertilidad y purificación. Toda Galicia arde en esta noche de norte a sur y de este a oeste. Se levantan cacharelas "hogueras" en cada casa; cada parroquia y cada barrio.
Se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con el del más acá. Es el momento de espantar los malos espíritus.
Las hogueras se encienden, el día 24, pasada la media noche. Se le atribuye protección y buena suerte al hecho de saltar una hoguera esa noche.
Por la noche se recogen plantas aromáticas de varias clases que se dejan en agua para lavarse en la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras.
La comida típica de esa tarde-noche son los cachelos (patatas asadas con su piel, que se retira luego) y las sardinas asadas. La bebida típica es la "Queimada", poción mágica de aguardiente con frutas y mucho azúcar que se quema en una marmita y se recita un hechizo durante la preparación.
Las fotos son de "La Voz de Galicia" (Leiro)
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